Capítulo 7 - El lobo plateado: El terror tras la tormenta

En menos de 15 minutos he matado a casi 12 lagartos y a un miembro de mi manada.


No estoy orgulloso de lo último, no tenía más opción.


Todos los miembros de mi manada están totalmente decaídos, sienten miedo y respeto hacia mí, aunque eso no es del todo malo, un jefe tiránico nunca va a tener el respaldo de las personas que son más importantes para él, no me gusta la idea.


Por no mencionar que todos los que comparten sala con nosotros se alejan todo lo posible, incluso evitan el contacto directo.


Saben que a la mínima puede caer otra raza.


A los que miré expresamente fue a las arpías, creo que tienen claro que jamás me van a llevar la contraria.


“¿Qué no se suponía que todos los jefes de este lugar sois muy fuertes? Yo apenas tengo unos meses y vosotros me sacáis hasta una década. ¿Tenéis miedo de este cachorro de lobo blanco?” Dije en voz alta, mirando a cada uno de los jefes, aunque por compasión decidí no mirar a Vora.


Creo que Vora era el líder que más me temía ahora mismo, yo no discrimino a nadie por raza, aunque tengo un poco mis prejuicios como me pasó con Conan o las propias arpías, no me voy a poner a insultar o golpear sin motivo.


Asique tras dejar claro mi superioridad en todos los aspectos, me dirigí al refugio de los gatos.


“Hola, ¿Está Vora? Necesito hablar con él” con una voz tranquilizadora, sé que los miembros de su grupo estarán impactados, a mí no me parece tan bestia, en este mundo el horror y lo sangriento está a la orden del día, no creo que me digan nada por lo que he hecho a un grupo entero.


- No, papá no, no no ¡No! - se puso a gritar Vora, sin control en absoluto, miraba hacia todos lados llorando.


No sé que le pasa, no soy su padre, ¿algún trauma infantil? De todas maneras, tengo que sacarle, se romperá si sigue así.


Me limpié toda la sangre ya, no creo que empeore si entro.


El grupo de felinos le dejaron a él solo, huyendo de mí, parece que sus instintos ahora funcionan, de todas maneras, consigo acercarme sin problemas.


Entonces me puse frente a él, le agarré las dos manos y le obligué a fijar su mirada en mí.


“A ver, te necesito Vora, te necesito, ¿entiendes? Tenemos cosas que hacer y cosas de la que hablar, deberías saber que yo solo protejo a lo que considero mi familia, y tú, amigo, eres uno de los que considero más cercanos…” Entonces continué “Asique, por favor, tranquilizate, respira y hablamos cuando te recompongas”


Con eso le toqué un poco el pelo que tenía en exceso encima de su cabeza, y me fui, espero que en unas horas se le haya pasado el ataque de pánico.

Mi grupo me esperaba en el refugio, ya habían sacado el cadáver de Sandra, limpiado el interior y colocado una manta encima del cuerpo.


Se me pasó la idea de quemar su cuerpo como si fuese un ritual funerario de mi otro mundo.


Lo malo de eso era que no sabía cuantas rendijas hay para el escape de aire, provocar un incendio puede que nos mate a todos.


Tendremos que esperar a que esos limpiadores de cadáveres vengan.


Les dejé claro a todos que como se atrevan a acercarse al cadáver con alguna intención fuera de mostrar respeto hará que acabe con las extremidades colgando.


Unas horas más tarde vinieron y se llevaron el cadáver, mi grupo estaba destrozado y todos los demás temían mi fuerza.


Menudo inicio de prueba, ya va mal.


Al mismo tiempo salió Vora del refugio, en mi búsqueda, con el fin de hablar, parece que ese ataque ya se le ha pasado.


Intenté no tocar el tema, parecía muy susceptible ahora mismo, pero le pregunté a cerca de las estadísticas de Estatus, para saber lo que él tenía en comparación


Sus estadísticas eran 10 en cada una de las características, su habilidad parecía que era una de su clase, podía generar electricidad en su palma, aunque con la intensidad que mostró no parecía demasiado potente, podría quemar un poco pero no me daba mucho miedo.


En cambio, yo tuve que mentirle un poco, le dije que era mejor que no supiera mis características, se decepcionaría, y en la parte de habilidades, la que tendría que tener en cuenta era una en la que quiero que me ayude, la habilidad de [Piel de Hierro]


Se supone que cuanto más me peguen, más dura se vuelve mi piel, quiero probar hasta que punto es eso cierto, y que mejor que probar con uno de los personajes más fuertes de la sala, uno de los líderes propiamente.


Él veía absurdo que yo quisiera probar esa habilidad, ya que de por sí tenía una fuerza descomunal, pero nunca se sabe, a veces una defensa autentica da opción a contragolpes.


Así pasó una hora, golpeó todo mi cuerpo…


Al inicio me dolió mucho, un golpe no era algo que mi pequeño cuerpo soportase bien, la cantidad de movimiento siempre hacía que me desplazase, pero tras los 10 primeros golpes, sentía que los ataques iban perdiendo intensidad.


Ya por el final, Vora me pidió parar, las manos le dolían por cada golpe que me pegaba, y yo en cambio apenas sentía el impacto.


Estoy bastante contento con el resultado, mi piel ahora soporta los golpes de alguien que se supone que es más fuerte que una persona normal.


Agradecido de ese hecho, le dejé ahí, asegurándole que mientras me siguiera yo le podría ayudar en lo que sea, dentro de unos límites claro.


Ya más calmado el ambiente, volví al refugio desde la zona donde nos habíamos reunido a practicar.


Fui más allá y le pedí a cada uno de los miembros de mi manada a que me golpeasen todo lo fuerte que puedan.


A estas alturas sé que hay micros por la sala, en el lugar donde me situé antes estaba en el centro de la sala, un lugar donde las posibilidades de no ser escuchado eran las más adecuadas.


Ellos estaban totalmente fuera de lugar, no me iban a tocar, sus instintos les mandaban para atrás, pero usando el terror que previamente me tenían les pedí que lo hicieran, quiero asegurarme de algo.


- Pero yo no puedo, no quiero, eres mi amigo- me gritó Jodi entre lágrimas.


“Venga, quiero comprobar vuestras habilidades, prometo no devolver el golpe, si alguno de vosotros me golpea y me hace daño incluso cumpliré una de vuestras ordenes, es una promesa”


Adelantándose a todos, Conan fue a golpearme, como siempre el caniche tenía que venir de primeras, y con lo que creí que era un golpe fuerte.


Ese golpe fue a mi cara, en mi frente.


Lamentablemente ni me hizo daño, solo sentí algo de aire y el sonido de un crujido en su puño.


“Vale, Conan, tu fuerza total debe de estar entorno a 5, no alcanzas ni de cerca al líder de los gatos, intenta coger un trozo de tela y varios de los libros de la sala y asegurate que tus huesos sueldan bien” Dije con algo de recelo.


- ¿Huesos? No sé de que hablas de los huesos, toda mi mano es carne – Dijo el idiota de Conan, siquiera parece haber tocado el libro de anatomía que nos dejaron en la sala.


Bueno, que más da, parece que Jodi al menos sabe a que me refiero, ha tomado prisa para envolverle las manos tal y como indiqué.


Debería darle más prestigio a Jodi, se lo compensaré después si no sucede nada raro.


El siguiente en probar fue Pochy, los idiotas parecen que van en orden, en vez de darme un puñetazo probó a darme una patada, aunque parece que no lo hizo con todas sus ganas ¿Quizás tiene miedo de que le pase como a Conan? Bueno, eso está bien, que tengan cierta precaución.


Pochy no me movió ni un milímetro, curiosamente ese golpe estaba al mismo nivel que Conan, me alegro bastante que siquiera sea su fuerza máxima, se lo diré “Pochy, te diré que aunque ese golpe no ha ido con tu 100%, tenía la misma fuerza que la de Conan, me alegro bastante, puedo estimar tu fuerza entre 6-7”


Pochy se fue feliz, parecía orgulloso de su propia fuerza.


Le dije a Ben que era su turno, que por favor no tardara, pero parece que sigue llorando lo sucedido por Sandra, le dejaré algo de aire, iré a por el siguiente.


“Jodi, ¿Puedes atacarme ahora, por favor?” le dije con tranquilidad, espero no se lo tome a mal.


- No, ya te dije que no puedo, eres mi amigo y mi líder, no lo haré – con un tono serio respondió


“Lo entiendo, pero para aclarar, esto no es para que me hagas daño o no, es para saber si puedo contar contigo para defender a nuestros amigos, si no puedes… si vuelve a pasar algo así seremos el centro de nuevo” Le dije, sé que esto le picará algo más, ese espíritu fuerte nunca puede dejar que un amigo sea atacado.


- Lo haré, pero no me lo tengas en cuenta, por favor, haré que confíes en mí -


“¡Ven por mí!”


Jodi cargó con bastante fuerza, tenía miedo a que se rompiese algo como Conan, pero su golpe parece potente.


Me ha conseguido mover y todo, me elevé un poco en el aire, noté el golpe en mi pecho.


No me puedo creer que tenga más fuerza que Vora, esto es lo que un can puede hacer, estoy extasiado.


“Genial, genial, bien Jodi, puedo confiar en ti, tu fuerza está por encima incluso que el líder de los gatos, ese golpe hasta lo he sentido, ¡qué?, ¿te apetece darme unos cuantos más? Prometo no devolverlos, me servirán para practicar” dije con una cara casi de masoquista.


Quería sentir ese golpe otra vez, y otra, es bastante placentero.


- Lo siento líder, pero no lo haré de nuevo, si estás satisfecho confía en mí – me dijo


La verdad ahora tenía la duda de quien era el líder, tenía claro que si tuviera él mi fuerza de seguro lo sería él.


Dejando eso claro, “Jodi, ¿Olvidas lo que te dije? Pídeme lo que quieras”


Jodi lo tenía claro desde un inicio - ¡Quiero tu título de líder! -


Jojo, el chico no es tonto, quiere que sea alguien de su camada, la verdad, así puedo cambiar el ambiente y todo, aunque seguirá con algo de recelo, creo que andará bien.


“Venga, pues que así sea, ahora eres el líder, espero que me aceptes como un buen compañero”


Todos los grupos lo escucharon, estaba totalmente fuera de lógica haber hecho eso, pero me parece la mejor idea.


Puedo esquivar los controles de Estatus, puedo actuar desde las sombras y proteger lo que empieza a ser mi familia, la felicidad volverá de nuevo a la sala.


O eso pensé, Jodi cambió su cara de golpe, se tornó sombría.

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